Desde niño me ha gustado pensar en cuáles palabras usar para comunicarme. En esos momentos creaba frases y anotaba en formas de citas en mi cuaderno de la escuela primaria. Esta era muy bonita y grande, en mi ciudad natal Cabimas, donde comencé mis estudios rodeado de amplios y coloridos jardines, arboles grandes y más grandes se veían aun para el tamaño que yo tenía en ese momento, numerosas canchas deportivas de pisos verdes y maestros dedicados aplicaban sus habilidades en esos primeros pasos de mi educación. Y así los recuerdo con mucha emoción pues sembraron grandes ideas en mi mente que luego entendí es bien creativa y de muchas ideas para hacer las cosas.
Luego viví una experiencia diferente al cursar mis estudios de bachillerato en el primer y mejor Liceo Militar en Venezuela, este se encuentra en un pueblo de un clima frío de aproximados 18°C todo el año, paisajes imponentes con hermosas montañas en los andes tachirenses, de donde recuerdo experiencias maravillosas y cree lazos de amistad con quienes con el tiempo se convirtieron en mi familia Jaureguina. Compañeros con los que durante 5 años compartimos aulas de clase e internado durante los días de semana y si lográbamos cumplir con los controles de salida, disfrutábamos de permisos los fines de semana o festivos. De lo contrario nos hacían permanecer dentro de las instalaciones; que para el momento eran de gran comodidad y funcionalidad así como la calidad de sus profesionales en diferentes áreas y especialidades incluidos artistas plásticos de renombre nacional.
Este liceo además de educación me brindó principios y valores para mi futuro y para con los demás. Por esta gran experiencia siempre les he agradecido a mis padres esta oportunidad.
A nivel profesional estudie una carrera en el área de Administración de Empresas, que sumado a las experiencias y aprendizajes de esos años en la vida militar me regalo muchas herramientas para llevar proyectos y emprendimientos. Esas bases me llevaron a triunfar y llamar esto que hago “talento”.
Mis inicios laborales de manera independiente vienen de cuando decidí aumentar mis ingresos y la única opción que mi mente acepta es emprender y crear negocios y/o empresas, desde allí comencé a usar la materia que en la escuela y el liceo poco creí que me iba a ser útil, la matemática (¿Ironía verdad?) En medio de situaciones adversas compre una pequeña tienda de juguetes y en pocos años se multiplicó y convirtió en el punto de referencia y hasta orgullosamente logro decir que marco el camino para las empresas del ramo, que estaban muy pendiente de lo que hacíamos y cómo lo hacíamos para copiar las estrategias.
¡De una pequeña tienda a una cadena de jugueterías!
Luego de varios años por curiosidad asistí a un seminario de Programación Neurolingüística (PNL) cuando le conté a mi madre me pregunto ¿Con que se come eso? desde ese momento empecé a buscar las respuestas.
Un seminario tras otros comenzaron a crear en mí esta pasión que solo hoy entiendo viene desde mis primeros años cuando de niño anotaba o creaba frases buscando comunicarme de una mejor manera, observando reacciones y buscando cambios.
En este camino conocí a quien hoy día es mi gran amigo y maestro en la PNL, Juan Antonio Pérez. Con quien además de aprender he tenido la oportunidad y honor de compartir escenarios y formar parte de su Staff de trabajo.
Para este momento cuento con el Aval y Certificación de The Society of NLP como: Practitioner of NLP, Business Practitioner of NLP y Master Practitioner of NLP, además de un sin número de seminarios donde he sido asistente y ahora soy facilitador, formando parte del equipo de PNL Maracaibo, organización que honorablemente presido.
Hoy ya con una vasta capacitación y conocimientos puedo decir que la PNL brinda tantas buenas maneras de crecer y dar aportes que entre seminarios y sesiones personales ya son muchas las personas que han logrado cambios en diversos temas. De manera grupal son maravillosos los comentarios y mejor aún los resultados que luego de días o meses, nuestros clientes con un mensaje o llamada nos hacen saber lo feliz que se han sentido y sus éxitos, lo que nos llenan de satisfacción y ganas de continuar aprendiendo y enseñando.
Ni pensar que esto comenzó con una idea de hacer llegar mis palabras de mejor manera cuando era solo un niño. Y continuara por mucho más.
Yelvis Arteaga @yelvispnl